Os dejo con una de las historias más agridulces que hasta ahora hemos publicado...
Linda llegó a nuestras vidas hace un año, aterrorizada, exhausta, dejándose morir. No quería comer, no quería beber, sólo quería esconderse en el rincón más oscuro de la casa y que la dejáramos en paz. Solo oirnos y linda se orinaba encima, si te acercabas, defecaba. Fueron semanas muy duras porque no podíamos ayudarla. Allí pasó casi tres semanas, escondida en el fondo del pasillo, comiendo a hurtadillas y temblando con nuestra presencia.
Nos sentíamos impotentes ante su estado psicológico y solicitamos ayuda de profesionales que nos abrieron los ojos ante lo que Linda estaba padeciendo, Linda se encontraba en estado de Indefensión Aprendida, había perdido absolutamente toda su autoestima, su condición de perro, la confianza en ella misma, estaba dejada a su suerte.
Probablemente Linda nunca salió de un chenil donde vivió sus dos primeros años de vida y el mundo exterior era aterrador para ella, desconocía el sonido los pájaros y la caída de una hoja le hacía tumbarse en el suelo. Andaba casi reptando, en posición de sumisión constante, temblando, jadeando, cualquier sonido o movimiento conseguía que entrara en estado de pánico. Imposible tocarla, mirarle a los ojos o hablarle directamente. No os podéis imaginar la impotencia que sentíamos cuando veíamos que no teníamos forma de hacerle entender que ya no había nada que temer.
Pero Linda es una superviviente, ella fue dando sus primeros pasos y ella sola ha conseguido poco a poco salir de ese estado de pánico constante. Trabajando con ella, gracias a los consejos de especialistas y ayudándole a superar sus obstáculos y sus sombras, ha ido saliendo de la oscuridad y aunque todavía tiene camino por recorrer, ha hecho grandes avances.
Linda ya ha sacado su rabo de entre sus patas, a veces lo esconde, pero enseguida vuelve a sacarlo, incluso alguna vez lo mueve, tímidamente, como diciendo, estoy contenta pero aún no tengo claro que es esta sensación. Ya podemos hablarle y tocarle incluso mirarle directamente a esos ojos de canica sin que salga corriendo buscando un sitio donde esconderse.
También juega, aún lo hace de madrugada, cuando dormimos, y es una manera muy dulce de despertarnos, orirla morder el peluche e imaginarnos como lo está disfrutando. Cuando llega la hora del paseo, es la primera en la fila, le encanta, y sale orgullosa, estirada, con la cabeza bien alta, aún atenta y alerta a todo lo que ocurre, pero con un trote seguro y firme.
Encontró un lugar en la casa donde se sentía a salvo, su rinconcito en el sillón, es su sitio, pero ya sale de ahí y a veces dormita en otras camas y se anima a explorar otras habitaciones. También ha aprendido que a la hora de la comida, si se sienta y espera, puede llevarse de premio un chusco de pan, y ahí esta ella, aguantando como una campeona, para llevarse su chusco como todos los demás.
Le encanta ir al campo a correr, sonríe cuando está suelta y cuando le llamas, viene, con cara de súplica, "por favor, otra carrera más". Ya pide mimos, muy tímidamente, pero creo que le gusta que le rasque las orejitas y le masajee ese cuello de jirafa, le gusta estar en su sillón y acepta la compañía de otros cerca, incluso los usa de almohada si ve que va a estar cómoda.
En fin, Linda ha dejado atrás la mayor parte de sus miedos, y empieza a ser un galguita feliz y pronto podrá empezar una nueva etapa con una familia que decida adoptar a esta perrita tan especial.
Sandra
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ÁNIMO PEQUEÑA, LA FELICIDAD ES TUYA!!!
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Que bueno leer estas cosas, me alegro un monton , nosotros teníamos (falleció hace un año ) una galga XIKA, que cuando nos la trajeron ,no nos miraba a los ojos y temblaba nada mas entrar al salón, Sientes una mezcla de sentimientos, pena por verla así, mucha rabia por desconocer quien y que le han hecho.Pero es espectacular el cambio que dio,tienen una fuerza impresionante cuando se les da la oportunidad. Veo que las fotos son en donostia, me gustaría saber cuando os reunís,ya que yo tb vivo en donosti. Un abrazo y gracias.
ResponderEliminarHe tenido la suerte de conocer a Linda, y me contaron su historia, y cuando entré a la casa y la vi, con esa mirada que lo dice todo sin decir nada, es increíble como ha cambiado, en las fotos se le ve el cambio, y me parece que estáis haciendo un trabajo excepcional con ella. Linda necesita su espacio, su tiempo para adaptarse a todo lo bueno que esta llegándole y lo que le queda por llegar. Linda es todo un ejemplo de fuerza y de valor, quiere salir de todo lo malo que vivió y confiar en los humanos que la rodean y poco a poco lo consigue, gracias a su casa de acogida esta galguita esta recuperándose.
ResponderEliminarUn abrazo a todos los que dais vuestro tiempo y vuestra vida para que los pequeños peludos salgan adelante. Nunca os rindáis porque solo ver el cambio de su mirada vale la pena todo el esfuerzo que hacéis por ella.
Emotiva historia la de Linda. Debió de llevar una vida llena de maltratos y sin conocer nunca una caricia. Gracias a Sosperrera Badajoz por recuperarla y conseguir con vuestro amor y esfuerzo que sea una perrita féliz, como tenia derecho a serlo desde su nacimiento. Deseo y espero que pronto encuentre su hogar definitivo donde la quieran y mimen tanto como haceis vosotras.
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