Muchas han sido las camadas indeseadas que a lo largo de este año han acabado en la perrera de Badajoz, cachorros de apenas dos mesecitos abandonados en un lugar donde el peligro de morir en días es demasiado alto y peligroso.
Hoy quiero compartir con vosotr@s la historia de uno de esos cachorros contada por Laura, que junto a Nelson,no dudaron ni un momento en darle un hogar a un cachorro abandonado, del que no sabían ni su pasado, ni su raza, ni su tamaño, únicamente sabían que había llegado el momento de adoptar a un perrito sin hogar.
Historia
de una chispa. Una chispa que cambió nuestras vidas para siempre.
El pasado 10 de
julio, me encontraba en mi habitación pasando el rato, lo que no
sabía es que aquella tarde no sería una como otras tantas. Miraba
por facebook fotos de amigos, noticias… hasta que uno de mis
contactos compartió una foto de S.O.S Perrera de Badajoz. Una mamá
pitbull llamada Jade y sus cachorritos buscaban un hogar para ser
felices. Rápidamente llamé a Nelson (mi pareja) y le mostré a los
cachorritos. Llevábamos mucho tiempo pensando en adoptar pero como
todavía no nos habíamos independizado, pensamos en posponer la
idea. De todas formas, nos pusimos en contacto con la protectora y
nos informaron que todos los pequeños estaban reservados. ¡Y qué
suerte! Pero me dieron un enlace en los que aparecían preciosos
bebés sin adoptar… El flechazo fue inmediato. Y bajo la
descripción “Estos cachorros entraron el jueves día 28 de
julio en la perrera. Enseguida nos los llevamos por el brote de parvo
que hay en la perrera. Ahora mismo están en un campo acogidos pero
solo pueden estar allí hasta el jueves día 5 de agosto. URGE
ACOGIDA O ADOPCION URGENTE!!!!!!”, acababa de conectarme con
una parte de mí que ignoraba y desconocía. Una perrita color canela
que junto con sus hermanos, llevaba días sin ser adoptada.
No creíamos nada de
lo que nos estaba sucediendo. No podía creer que tuviese tantísima
suerte de poder adoptar y ayudar a una perrita tan preciosa. Sin
duda, el destino la puso en nuestro camino, para nosotros.
La pequeña fue a
una casa de acogida y fue allí donde recibió su primer nombre,
Dora. Todos estaban encantados con ella, afirmaban que era una
perrita muy cariñosa y que le gustaba mucho estar con las personas.
Que constantemente te buscaba.
Durante días y
días, buscamos un transporte para la pequeña Dora. Las ganas por
tenerla ya en nuestros brazos eran infinitas y esto no hacía más
que aumentar la impaciencia, que ¡¡¡¡pobres chicas de S.O.S
Perrera de Badajoz!!!! Qué pesada me hice!!!
Finalmente salió
transporte para ella!!! La compañía (que no mencionaré el nombre)
que se encargaría de traerla nos informó que la recogería por la
mañana y por la noche estaría en Barcelona! Pero nada más lejos de
la realidad, después de 32 horas en una furgoneta en pleno mes de
Agosto (una vergüenza!), una cachorrita de mes y medio llega a la
puerta de mi trabajo (punto de encuentro) atontolinada por el
larguísimo y agobiante viaje.1
No olvido la primera
vez que la vi en persona. No pude ni cogerla, rompí a llorar. La
mezcla entre sufrimiento que me producía el haberle hecho pasar
tantas horas en un coche y la inmensa alegría por poder tenerla ya
aquí, con nosotros era indescriptible. Mi madre, que la sostenía me
la entregó y fue cuando la abracé con fuerza y le llené la
cabecita de besos a nuestra bonita Candela.
1
He de dejar claro, que S.O.S Perrera de Badajoz no estaba al tanto
de las largas horas que la cachorrita iba a pasar en la furgoneta y
la indignación de las chicas fue considerable.
Además, ha hecho
infinidad de amigos! En el parque, con perritos de amigos nuestros…
Sin duda, la pizca
de alegría que nos ha acabado de llenar nuestras vidas. Creo, que
hasta la fecha, es una de las mejores cosas que he hecho, una
decisión que se ha convertido en una bendición.
Animo a todas las
personas de este planeta a que permitan entrar en su corazón a
chispitas de alegría, vida y amor como mi pequeña Candela.
Laura
GRACIAS por darle la mejor de las familias a la pequeña...
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