La familia de Knut fue de las primeras que tuve la inmensa suerte de conocer ya que yo misma les hice el preseguimiento. Yo llevaba poquísimo tiempo haciendo visitas; conocí a una familia generosa y amante de los animales 100%, sin lugar a dudas eran perfectos para "Boby", el pequeño no podía tener más suerte que una familia como Silvia, Osvaldo y Kay le adoptaran. Ellos facilitaron desde el minuto uno todos los trámites de la adopción al máximo,era una cuenta atrás para salvarle la vida....y así llegó el día de su Nueva Vida!
Al poco tiempo de estar Knut en su casa fui a visitarles de nuevo y a conocerlo, de camino de vuelta a casa comprobé lo gratificante que es la sensación de que tu intuición no te ha fallado!!!
Recuerdo
aquella tarde de domingo como si fuera ayer…casualmente llegué a
la página de SOS Perrera Badajoz y miraba los perritos que estaban
en la lista de sacrificio del próximo jueves y entonces fue cuando
vi a Knut (antes Boby).
Era
tan triste la imagen que era imposible no querer sacarle de aquel
sitio…con las orejas gachas y la cola entre las patas miraba hacia
la cámara pidiendo salir de aquel chenil húmedo, sucio y lleno de
excrementos, ningún animal debería pasar nunca por ese tipo de
sitios!
Todo
y que sentí que debía hacer algo rápidamente tenía un sentimiento
dentro que me hacía dudar. Hacía poco más de un año que Zehn,
nuestro primer perro, se nos había ido de la forma más cruel
posible…murió envenenado y nada se pudo hacer por él.
Hasta
ese momento no me había planteado volver a adoptar, no quería
volver a sufrir el dolor que se siente al perder a un ser querido y a
la vez tenía miedo de no ser capaz de querer a otro como quería y
sigo queriendo a Zehn.
Egoístamente
solo pensaba en mi y no me daba cuenta que Kay, nuestra otra perra,
estaba más triste día a día, apenas quería salir a pasear y si ya
de por sí es de carácter retraído (es una galguita), el tener que
estar tantas horas sola mientras trabajamos iba haciendo mella en
ella.
Le
mandé la foto a mi marido y le pregunté si quería que viniese a
casa, yo ya sabía su respuesta, hacía tiempo que me taladraba con
la idea de traer a casa otro “amigo” como él lo llama, así que
me dijo “tu ya sabes lo que yo pienso, ahora depende de ti”.
Adoptar
un animal no es una decisión que se tenga que tomar a la ligera,
implica muchas responsabilidades y obligaciones que se tienen que
sopesar, es una decisión que afecta a otro ser vivo y por lo tanto
se ha de meditar, pero la urgencia del caso (lo sacrificaban en 4
días) hizo que apenas en unos minutos nos decidiéramos a escribir
el email.
Escribí
a Montse y Ely a las 21.10 y en apenas 5 minutos ya tenía respuesta.
La conversación con Montse fue una combinación de risas y lágrimas,
me decía emocionada que nadie se había interesado por Knut y que le
habíamos dado una alegría enorme al interesarnos por él.
Ese
mismo día Ely ya nos hizo llegar el cuestionario que hay que
cumplimentar antes de la visita de preseguimiento y unos días más
tarde vinieron a casa para comprobar si dábamos el perfil como
adoptantes...tengo que decir que Ely se quedó enamorada de Kay pero,
cómo no enamorarse de un galgo? Además Kay tenía instrucciones
precisas de cómo tenía que comportarse para hacernos quedar bien.
Y
por fin el sábado 05/11/11 Knut llegó a casa! Viajó con Traveldog
(lo recomiendo), el viernes salían de Badajoz hacía Madrid, donde
otro perrito había sido adoptado y allí harían noche.
Traveldog
tiene la opción de hacer seguimiento a través de GPS desde su web y
ahora me río al recordar que me pasé horas mirando la pantalla del
ordenador…mira ya ha salido de Extremadura, ahora está parados,
ahora se mueven, ahora llegan a Madrid… y el sábado por la mañana
lo mismo, mirando el dichoso mapa y contando las horas que faltaban
para que llegase a casa y por fin llegó!
Bajamos
corriendo a buscarle y el conductor le estaba dando un paseo por el
parque para que estirase las patitas. Cuando le vimos no sabíamos
que hacer, nos moríamos por cogerlo ya abrazarlo pero lógicamente
estaba un poco asustado y todo era nuevo para él así que para
liberar estrés le dimos un paseo por la montaña y cuando se
tranquilizó un poquito y fue cogiendo un poco de confianza fui a
buscar a Kay para hacer las presentaciones en un terreno neutral.
El
primer contacto básicamente consistió en que Kay le olisqueó sin
mucho interés y posteriormente le ignoró. En ningún momento hubo
ninguna tensión entre ambos y desde el primer día se llevan genial,
juegan a su manera aunque Kay en ocasiones tiene que poner freno al
excesivo ímpetu de Knut, porque esa es otra…cuando llegó era
tímido y comedido, ni siquiera se quería tumbar en su camita, se
tendía en el suelo, era tranquilo y silencioso (incluso llegamos a
pensar que no sabía ladrar) y sin embargo en unos meses pasó a ser
un torbellino de energía que en cuanto nos oye que entramos al
portal empieza a ladrar y nos recibe loco de contento moviendo su
cola a 200 km/hora!
Sin
embargo no todo iba a ser de color de rosa.
Llevamos
a Knut al veterinario para que le realizasen un chequeo y una
analítica para ver que todo estuviera bien, en apariencia estaba
perfecto, un poco delgadito pero era comprensible viniendo de la
perrera y vete tu a saber que tipo de vida había llevado
anteriormente.
Los
resultados de la analítica dieron positivo a Leishmania. Fue una
mala noticia, pero como Kay también la tiene y ya sabemos que se
puede controlar si se coge a tiempo, en lugar de ser negativos, lo
tomamos como una confirmación de que habíamos hecho lo correcto
adoptando a Knut, iba a tener el tratamiento necesario y así podría
vivir muchísimos años.
Sin
embargo hace unos meses sí que nos dio un susto grande. Estaba
tumbado en el suelo tan normal y de repente al incorporarse se quedó
como paralizado de la patas traseras. Fuimos corriendo al veterinario
de urgencias (era sábado noche) y una vez en la consulta tuvo unas
convulsiones, la veterinaria nos comentó que podría ser que
sufriera epilepsia.
Visitamos
a un neurólogo y tras realizarle un TAC y descartar otras posibles
causas, el diagnóstico fue que sufría epilepsia. Nos comentó las
opciones que había de tratamiento y desde ese día también se
medica para no volver a sufrir ningún ataque y de hecho así ha
sido.
Knut
es un perro con sus achaques, “medicado” para leishmania y
epilepsia pero un perro feliz y querido que ha encontrado un hogar
donde le adoran.
Haber
adoptado a Knut ha sido la mejor decisión que pudimos tomar. Le
salvamos del sacrificio es cierto, pero él nos ha devuelto ese gesto
con millones de demostraciones de amor que no tienen precio. Ha
conseguido que Kay volviera a tener ganas de pasear por la montaña y
le ha devuelto la alegría que durante un tiempo perdió.
Pero
todo esto no hubiera sido posible sin Montse, Ely y el resto de
personas que de una forma u otra colaboran con SOS Perrera Badajoz,
que cada día están dando el 100% para salvar a los perros que allí
se encuentran y que viven y sufren en primera persona todos esos
casos de perros abandonados o entregados por sus dueños que nos
rompen el corazón.
Una
y mil veces….GRACIAS!!!
Silvia (mami de Knut,Kay y Zehn)
GRACIAS a vosotros Silvia, por vuestra infinita solidaridad y por vuestra dedicación y amor hacia los que más lo necesitan!!!
Sois geniales!!!
SOS PERRERA BADAJOZ!
0 comentarios:
Publicar un comentario